Ya estamos casi en primavera y el primer polen empieza a instaurarse… La alergia primaveral es una reacción anómala del organismo cuando entra en contacto con el polen. En España, este alérgeno es el responsable del 57% de las consultas de rinoconjuntivitis alérgica y el 34% de las visitas por asma bronquial. Si bien los meses de más polinización son mayo y junio, la época de alergia varía según las plantas, meteorología y características de cada región.

En nuestro país, los pólenes que producen más alergia son las gramíneas, el olivo y los cipreses. Estos últimos son muy frecuentes en ciudades, parques y urbanizaciones, pero sin duda las gramíneas son las que acostumbran a provocar más reacción alérgica.

La alergia primaveral altera la vida de un gran número de personas. Picor, lagrimeo y enrojecimiento conjuntival, estornudos, picor, congestión nasal, urticaria, eczemas y dolor de garganta… son la sintomatología más frecuente.

A pesar de que los especialistas cada vez disponen de diagnósticos más precisos y la población, en general, está bastante más concienciada, el número de enfermos en los países desarrollados cada vez es mayor. Esto es debido en gran parte al aumento de la contaminación al aire, las condiciones de vida en las grandes ciudades y el contacto con animales de compañía, que favorecen la infesta de ácaros y otros.

¿Cómo se produce la reacción alérgica?

1 – Cuando el organismo detecta polen, segrega un anticuerpo, la inmunoglobulina, que se adhiere al mastocito, una célula presente en la nariz, los ojos y los pulmones.

2 – La inmunoglobulina adherida a los mastocitos se combina con el polen que se respira.

3 – La combinación de ambos agentes hace que los mastocitos liberen sustancias inflamatorias como la histamina.

Para que se desarrolle la alergia, es necesario que exista una predisposición genética y que existan las condiciones ambientales que lo favorezcan. La alergia puede aparecer en cualquier tramo de edad, aunque es durante la infancia y la adolescencia cuando acostumbran a aparecer los primeros síntomas.

Detectar las alergias primaverales a tiempo es muy importante, por eso es fundamental que estés atento, por sí notas alguno de los síntomas mencionados anteriormente durante las épocas de polinización. Las pruebas alérgicas consisten en introducir en la piel una cantidad pequeña de extractos alergénicos y en tan solo 10 minutos se pueden tener los resultados. También son eficaces los análisis de sangre, las espirometrías y los escáneres. ¡Ahora ya lo sabes! Si crees que sufres los síntomas, ¡actúa!