Empieza la cuenta atrás… ¡El nuevo curso ya está aquí! Y con él… ¿El dolor de espalda? ¡Ponle freno desde ya!
Una buena higiene postural es esencial para mantener nuestro cuerpo sano y fuerte. Por ello, debes intentar mantener una correcta alineación del cuerpo en todas las actividades de la vida diaria, tanto en movimiento como en posiciones estáticas (también en el trabajo).
La columna vertebral juega un papel fundamental en el mantenimiento de la alineación corporal, ya que es la estructura más involucrada en este proceso. Si se adoptan malas posturas, la espalda puede sufrir lesiones a corto, medio o largo plazo como desviaciones de la columna, dolor en la zona lumbar o cervical, hernias discales y contracturas musculares entre otras, y además repercutir en otras estructuras como la cadera o los hombros.
¿Cómo conseguir una higiene postural correcta?
Una postura correcta es aquella que no fatiga, no provoca dolor o sobrecarga de la columna ni altera el equilibrio, el ritmo o la movilidad humana, dentro de los parámetros de actividad normales.
Existen dos tipos de postura: la estática y la dinámica. En general, la columna vertebral sufre cuando se permanece periodos prolongados en la misma posición; cuando se realizan esfuerzos, grandes o pequeños, pero de manera repetida, y, por último, cuando se ejecutan movimientos bruscos o se mantienen posturas muy forzadas que alteran sus curvas naturales. Por tanto, es necesario cuidar la postura en cualquier actividad de la vida diaria, ya sea al permanecer de pie, al caminar, al estar sentado o acostado, al coger peso o al conducir.
Así debes mantener tu postura estando de pie o sentado:
Higiene postural estando de pie:
- Tórax erguido y hombros relajados.
- Cabeza erguida.
- Pies separados, a la altura de los hombros procurando que el peso vaya más hacia las puntas de los pies.
Higiene postural estando sentado:
- Sentarse lo más atrás posible en la silla con los muslos y caderas bien apoyados.
- Espalda erguida y bien alineada, apoyada firmemente contra el respaldo.
- Talones y puntas de los pies apoyados en el suelo o en un reposapiés.
- Rodillas en ángulo recto con las caderas.
- Relajar los hombros.
Finalmente, recuerda que en cualquier caso es importante:
- Ser consciente de la postura en todas las actividades diarias.
- Mantener el peso en unos límites saludables.
- Llevar calzado cómodo y de tacón bajo.
- Mantenerse activo.
¿Te han ayudado estos consejos? ¿Qué haces diariamente para tener una buena higiene postural? ¡Coméntanos!