A menudo la radiación solar que llega a la piel es superior a la que esta puede resistir; por lo tanto, hace falta una protección adicional. Pero… ¿qué son los filtros solares? ¿Y qué tipo de filtros encontramos?

¿Qué son los filtros solares?

Son sustancias que protegen nuestra piel de la radiación solar. hay de diferentes tipos: físicos, químicos y biológicos y cada uno de ellos funciona de una manera totalmente diferente.

Esta es la función de los filtros solares, que previenen las quemaduras y los cambios degenerativos de la piel que causan los rayos ultravioleta. Podemos encontrar:

  • Filtros físicos: este tipo de filtros contienen sustancias minerales, son impermeables a la radiación solar y actúan sobre la radiación por reflexión, es decir, que reflejan la luz. Además de los rayos ultravioleta, controlan los visibles y el infrarrojo. Podríamos decir que actúan a manera de pantalla. No provocan ningún tipo de reacción fotoquímica, lo cual hace que sean más muy tolerados por las pieles sensibles. No son recomendables para las pieles grasas ya que suelen ser espesas.
  • Filtros químicos: actúan por absorción de la radiación solar ultravioleta. Captan la energía y la modifican para minimizar el impacto de la radiación sobre la piel, inocua para la piel. Son ideales para pieles normales y grasas. Al penetrar en la piel la protegen durante periodos de tiempos más largos.
  • Filtros biológicos: técnicamente los filtros biológicos no son filtros solares como tal, sino que son agentes antioxidantes que actúan conjuntamente con los filtros de la fórmula evitando la formación de radicales libres y potenciando el sistema inmunológico de la piel. Contrarrestan la acción nociva del sol y relantizan el envejecimiento cutáneo. Los más utilizados son las vitaminas A, C y E.

En el caso de los adultos tendremos que valorar qué tipo de textura de fotoprotector nos convence más y elegir, por tanto, el filtro que más vaya con nosotros.

 

¿Cuáles son los mejores filtros para los niños?

Los niños menores de seis meses no tienen la capacidad natural de la piel para defenderse del sol y pueden desarrollar quemaduras solares graves y de consecuencias graves. Por lo tanto, no se tienen que exponer a la luz directa del sol.

Entre los 6 meses y los 2 años, sería conveniente escoger los fotoprotectores físicos. También se recomiendan estos tipos de filtro en pieles alérgicas, reactivas o con algún tipo de dermatitis, así como en cicatrices recientes o en tratamientos médicos estéticos de láser o peelings químicos, en los cuales la piel haya quedado muy sensibilizada.

 

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