La caries infantil puede provocar problemas de mala oclusión (cierre incorrecto de los dientes), infecciones, problemas para comer, mayor probabilidad de tener caries en los dientes definitivos…

Sin unas buenas rutinas de higiene dental infantil, nos resultará más difícil mantener todos nuestros dientes en un estado perfecto durante toda nuestra vida.

  • ¿Cuando comenzar?

Lo más recomendado es que empieces con la higiene bucal desde el nacimiento del bebé.

Mientras no tenga dientes, se limpian las encías una vez al día, con una gasa húmeda o con un dédil de silicona, especialmente diseñado para las delicadas encías de tu bebé.

Puedes hacerlo cuando el bebé esté tranquilo y relajado.

Cuando comiencen a dolerle las encías, también puedes usar un cepillo de masaje que, además de aliviarle el dolor, le va acostumbrando al uso del cepillo y les encanta.

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Tras la aparición de los primeros dientes, necesitarás un cepillo de cabezal pequeño que no sea duro, pero sin olvidarte de limpiar las encías. Ahora será mejor limpiarle la boca dos veces al día: por la mañana y por la noche.

  • Cepillos y pastas para niños.

A partir de los dos años, más o menos, el niño puede intentar lavarse los dientes solito, pero siempre tienes que vigilar que no olvide de limpiar ningún diente. Debes recordarle cada día la técnica de limpieza correcta.

Ya puedes introducir las rutinas bucales en el resto de su aseo: después del desayuno, comida y cena lavamos los dientes, las manos y la carita.

Los cepillos que elijas tienen que ser pequeños y no ser duros. Si tienen colores y dibujos les apetecerá más usarlos. A partir de los 6 años, ya puede utilizar cepillo eléctrico.

La pasta de dientes la usará cuando sea capaz de escupir. No tiene que tragarse la pasta aunque sea infantil. Fíjate que existen pastas para las distintas edades. La pasta infantil debe llevar flúor, pero la cantidad varia con la edad del niño. No le pongas mucha pasta, con un poquito es suficiente.

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El uso de la seda dental se recomienda en cuanto el niño tenga suficientes piezas dentales y pueda estarse quieto un ratito. Si lo haces delante de un espejo donde pueda verse, le resultará más entretenido. No hace falta hacerlo completo desde el primer día: empieza despacio y aumenta el tiempo poco a poco.

También los colutorios especiales para niños los podrá usar cuando aprenda a escupir.

Para que el niño coja la costumbre de cepillarse los dientes todos los días, tienes que hacer del cepillado algo divertido. Cantar canciones o contar hará que el tiempo se le pase más rápido. Explícale lo importante que es cuidarse los dientes, a los niños les gusta saber porqué tienen que hacer las cosas.

A partir de los 8-10 años los niños, ya no necesitan casi supervisión para lavarse los dientes.

No olvides que también los bebés y los niños tienen que ir al dentista dos veces al año.