Las altas temperaturas pueden suponer importantes riesgos para la salud, puesto que cuando hay una ola de calor, la regulación de la temperatura supone un estrés para nuestro organismo. La temperatura ideal del cuerpo es de 35° a 37° y cuando se sobrepasan, el cuerpo tiene que hacer esfuerzo para enfriarse, puesto que se deshidrata y consume mucha energía, tal como si estuviera corriendo todo el rato. En un caso extremo, las altas temperaturas pueden provocar golpes de calor, que se producen cuando el sistema de regulación de la temperatura corporal se descompensa y al organismo se le agota la energía.
Estos son los principales consejos que tienes que seguir para que la ola de calor te afecte lo menos posible:
- Evita salir durante las horas centrales del día
Salir a la calle en plena ola de calor puede suponer un riesgo para la salud, especialmente en las horas centrales del día (entre las 12.00 y las 20.00 horas). Es preferible que te quedes en casa o en un lugar climatizado y fresco.
- No esperes a tener sed para beber
El cuerpo se deshidrata constantemente sin que nos demos cuenta y cuando tenemos sed ya es síntoma de que estamos deshidratados. Hay que tener presente que cuando hace calor el aire que respiramos es seco y también captamos mucha menos agua en la respiración. Beber a menudo para compensarlo es necesario.
- Consume alimentos ligeros
La digestión es un esfuerzo físico que hace el cuerpo aunque esté en reposo. Consume alimentos ligeros que ayuden a recuperar los minerales que se pierden con el sudor, como ensaladas, frutas, verduras o zumos.
- Disminuye el consumo de bebidas con cafeína, azúcar y alcohol
Las bebidas con cafeína generan un desgaste energético y pueden suponer un problema cuando el cuerpo tiene que dedicar esfuerzo a combatir el calor. Una cosa parecida pasa con el alcohol y las bebidas azucaradas, que como tienen un gran componente calórico, dilatan los vasos sanguíneos. Este tipo de bebidas descompensan el organismo y deshidratan, por lo tanto no se recomienda tomarlas cuando hace mucho calor.
- Evita el deporte al aire libre en las horas centrales del día
El deporte es un gran aliado para la salud física, pero puede suponer un riesgo cuando las temperaturas son muy altas. Se recomienda hacer deporte por la noche y especialmente a primera hora del día, cuando la temperatura es inferior. Recuerda hidratarte durante y después de hacer ejercicio.
- Ventila por la noche
Mantener la casa fresca estos días es todo un reto. Cierra ventanas y baja persianas durante el día y ventila durante la noche.
- Utiliza ropa transpirable
La ropa ligera, holgada y que deje transpirar es la más recomendable cuando hace mucho calor. El tejido tiene que proteger del sol, pero sobre todo permitir que el sudor se evapore. Por lo tanto, apuesta por el algodón fino y ¡deja los sintéticos para cuando refresque! Ten presente, además, que los colores claros reflejan más los rayos de sol y mantienen el cuerpo más fresco, puesto que evitan que el calor se concentre en la ropa.
- Anda siempre por la sombra y ponte sombrero
En caso de salir a la calle, lo ideal sería que evites las zonas en que el sol incide directamente. Busca lugares con árboles para pasear, sombra y prioriza que los esfuerzos que hagas sean menores. Un sombrero o una gorra son buenas opciones para hacer frente al calor.
- Dúchate con agua tibia
¿Por qué elegir agua tibia y no fría? Si la temperatura exterior llega a los 40 grados y te metes en agua muy fría, la diferencia térmica puede causar un impacto grave en el cuerpo. La piel se constriñe, la circulación central puede dar un pico de hipertensión e incluso puede generar accidentes cardiovasculares. Si quieres ducharte o bañarte con agua fría, baja progresivamente la temperatura del agua para reducir el impacto.
- No dejes personas ni animales de compañía en vehículos estacionados y cerrados
Un coche cerrado, expuesto a la luz solar y en plena ola de calor puede llegar a los 60 °C en tan solo 15 minutos. No dejes a ninguna persona en un vehículo estacionado, especialmente a personas menores de edad, mayores o con enfermedades crónicas.
- Consulta tu médico si tienes síntomas relacionados con las altas temperaturas
Acude a un centro de salud u hospital si tienes síntomas que se mantienen durante más de una hora y que pueden haber sido provocados por las altas temperaturas. Los síntomas relacionados con los golpes de calor son la astenia, la fatiga extrema, los mareos, los vómitos e incluso la fiebre.
Estate atent@ de cómo reacciona tu cuerpo al calor estos días y contacta con tu médico si lo necesitas. ¡Manos a la obra! 😉